En un ataque de locura he comprado a Bru el core (básico) del Warhammer 40k Conquest + el primer paquete de guerra: Señor de la Guerra completo (El aullido de Blackmane, El azote, El don de los etéreos, La maldición de Zogwort, La amenaza exterior y Descendientes de Isha) en español. Todo por 65€ (sin las cajas).
Se trata de un juego de cartas coleccionable (LCG) en el que dos jugadores lideran ejércitos formidables enfrentados entre sí en una campaña bélica por el control del sector Traxis, una antigua región de la galaxia repleta de recursos y tecnologías arcanas en el universo de Warhammer 40.000. Los jugadores deben decidir entre desplegar sus fuerzas en la etapa actual del conflicto para reclamar territorios y gloria, o reservarlas para futuros campos de batalla en los que puedan recolectar valiosos recursos al tiempo que se preparan para un enfrentamiento que pueda invertir las tornas en su favor.
He jugado algunas partidas en las últimas semanas y la verdad que el juego me ha gustado bastante. Me recuerda a juegos como el battle line o el blood bowl: team manager, pero con un trasfondo mucho más trabajado. Visualmente es espectacular y tiene mecánicas interesantes. Las pegas las de siempre: Esta diseñado para que te compres todo que vaya saliendo (incluso varios cores) o de lo contrario hay facciones que son muy inferiores (lo que hace que al final todo el mundo juegue con lo mismo). Veremos si acabo comprándome el El Gran Devorador (la primera expansión deluxe) que saldrá entre julio y septiembre.
Mi intención es dejar algunos mazos preparados (si puedo dejar al menos 4 aceptables, genial) de manera que tenga un juego cerrado con el que jugar de vez en cuando en plan casual; los torneos nunca me han llamado. La dificultad radica en que con un core, algunas facciones son penosillas, así que tocará estropear algunas para que no sean tan superiores. Y si me da por ahí hasta me lo llevo a mis vacaciones estivales y pruebo el modo en solitario que pulula por bgg.
