El dedo amputado (Londres Victoriano)

El dedo amputado
El 4 de julio de 1889, la apacible Candida Crawford, una ancianita solterona y solitaria, halló en el jardín de su parcela en Stepney, tirado en el suelo, lo que parecía ser un dedo humano. De inmediato, dio la voz de alarma, y varias unidades de la Policía Metropolitana acordonaron la zona, entre la sorpresa de numerosos vecinos e indigentes. La medida preventiva se debía a la posibilidad de que apareciesen nuevos restos biológicos con los que conformar el puzle. La búsqueda llegó hasta los contenedores de basura, pero no dio resultados.

La propietaria de los terrenos, relató que se encontró con el dedo sobre las 16,30, hora del jueves, cerca de la preciosa fuente prerrafaelita que adorna su jardín. Estaba preparando el té de las cinco para una cita con sus amigas, cuando se percató que una bandada de excitadas gaviotas se estaba dando un macabro festín.

Alertados por la propietaria, varios agentes de la Policía Metropolitana y Scotland Yard, se desplazaron hasta el lugar del hallazgo, además de un forense (el Dr. Ralph Llewellyn); que, en un primer momento, señaló que el dedo había sido amputado post mortem y que podría haberse producido “hace algunos días” dado el “avanzado estado de descomposición”. En aquel momento, se desconocía la identidad de la persona a quien pertenecía tan macabro hallazgo, pero por su fisionomía se creía que se trata del dedo índice de una mujer.

¿A quién pertenecía el dedo? ¿Quién era la víctima? ¿Cómo termino allí? ¿La policía encontró alguna pista que pudiera determinar su identidad? ¿se encontraron más restos biológicos? ¿y así localizar a los responsables del macabro suceso? ¿Tuvo que ver algo Candida?

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