Entonces Telcar; puedes decirme porque, desde hace siglos,  si los juegos de mesa no están pensados para socializar; porque están diseñados; por abrumadora y aplastante mayoría; para jugarse a partir de 2 personas en adelante?
Desde siempre, serían mayoritariamente, diseños para jugar solos, no?

Bueno, el propio concepto de jugar «físicamente» tiene una serie de limitaciones, sobre todo si nos remontamos atrás en el tiempo. Hasta estos momentos actuales, los reglamentos o sistemas de juego se desarrollaron con la necesidad de tener a alguien de contraparte, de lo contrario la cosa no pitaba. Seguro que estuvo en mente de muchos diseñadores crear un juego para pasarlo bien en grupo, con más gente para divertirse, y en cierto casos si se convierte el juego en algo social pues está diseñado para eso. Pero en muchos otros yo creo que lo que le convierte en de 2 jugadores en adelante es el propio diseño limitado del reglamento, más que estar concebido para ser algo social.

El propio concepto de «juego» para mí no es social, es más bien un grupo de reglas que te ponen un reto delante, o un azar controlado que te haga vivir una historia, etc...Si es compartido, pues para muchos mejor y para otros no tanto. Lo social es un añadido, no lo primario a la hora de crear muchos juegos.

Aparte, ahora que se ha evolucionado de semejante manera en el desarrollo de reglamentos (impulsado seguro por la propia evolución de la industria de los juegos  de mesa), se ha llegado a un punto en que es factible y rentable sacar juegos solitarios o con versión solitario. Los que viven de ésto han visto que hay muchos potenciales compradores que no tienen tiempo de socializar, o ganas, o que prefieren vérselas consigo mismo y la IA de un juego de tablero (¿hartos de videojuegos, quizá? ¿el glamour de lo físico, del cartón, papel, fichas y/o figuritas?). Eso demuestra que jugar no es un acto social «per se», que solo es un aditivo, hasta ahora forzado por las limitaciones o lo que nos vendían en la tele.

Solo es mi opinión, claro.

Guau, pura poesía. Apenas un párrafo, pero dice mucho.

Esa carta los va a conmover de veras, eso seguro.

Solo un comentario, sin darle mayor importancia al asunto, pero estaría bien que eso del modo «esquizo» no prosperase más de la cuenta. Sobre todo por erróneo para lo que realmente quiere reflejar el «término», como han dicho Quimérico y Patrafisic.

Yo diría que, hoy por hoy, hay muchísimos juegos en el rango entre 50 y 100, que no está contemplado en la encuesta. En mi caso, por tanto, diría que el tope sería 75, más o menos. Ese es un límite «moral» que me resisto a superar salvo circunstancias excepcionales del juego en cuestión.

Por otra parte, a los que nos gustan los juegos temáticos tipo ameri... y no nos gustan los euros ni similares, lo tenemos crudo para ir a menos de 50...quién lo iba a decir hace no tanto. En todo caso, estoy en retirada progresiva de la compra, demasiada inflación en el mercado de juegos, mucho dinero y muy poco espacio en casa.

En mi caso y en resumen, que me pueda montar mi propia película con la partida, sea el tema que sea.

Nada de desafíos duros ni puzzles, cuando juego a solas lo que me importa es evadirme y pasarlo bien sin grandes esfuerzos mentales.

Tras leer el post anterior, me parece que los puntos finales explican bastante bien lo que busco.

Un zombicide, sencillo, visualmente atractivo, entretenido y ágil, cooperativo y válido para solitario...

Si no le molesta el tema zombies, me parece buena opción para empezar.

Bueno, yo ando pendiente de él, pero con reservas. Parece que va a ser un juego vistoso, efectivamente estilo Zombicide pero en plan medieval fantástico, algo más pulido o ¿avanzado? a nivel reglas, visualmente muy atractivo para los que gusten de miniaturas y baldosas (yo soy más de lo segundo). Además se supone que fácil de sacar a mesa por ser sencillo de entender y claro de ver. Y apto para un único jugador o para grupos de 5 o 6, flexible en ese sentido.

En suma, todo eso me parece que se ajusta a lo que yo busco ahora mismo en un juego: vistoso, divertido sin complicaciones, mazmorrero, flexible y tal y cual. Falta por ver si tiene algo de chicha y está lo suficientemente equilibrado.

¿Pegas importantes que ya se ven venir? pues a priori el precio, que me da que va a ser un sablazo. También podrían ser las críticas o los detractores, que siempre dan que pensar y supongo que en gran medida vendrán dadas de la trayectoria de la serie zombicide, de gran éxito pero no para todos los gustos.

Y esas son mis impresiones a partir de la información que he visto por ahí. 

Bueno, sea como sea, creo que es preferible perder casi siempre que lo contrario. Si yo ganase habitualmente pronto perdería las ganas y la motivación para seguir jugando, en cambio que me hiciesen morder el polvo una y otra vez causaría el efecto contrario.

Yo no voy a llegar al andador, mi idea es caer en batalla con la espada en la mano (vale también una maza de pinchos o un hacha). Preferiblemente en una carga de caballería desesperada, o algo asín de heroico e inútil.

Y si por mala fortuna llego al andador, pues espero al menos sucumbir en una carga desesperada con el mismo por un pasillo atestado de enemigos.

Y no, de juegos nada.

Yo antes solía tomarme tan solo una cerveza de 5'6% de vol. de alcohol. Un día me pedí una Voll Damm por probar algo diferente, y me noté demasiado torpe y con demasiada inercia en mis giros de cabeza al mirar la mesa. La susodicha tenía una graduación de 7'2-7'6%.

Un par de Voll Damn es lo ideal (o tres), siempre con los antebrazos arremangados y expresión adusta de general retirado que muestra su particular visión del mundo sobre esa mesa repleta con un fabuloso mapa colorido, tokens dispersos y figuritas belicosas.

Es el estado perfecto (con esas 2 o 3 Volldam, insisto, aunque valen otras de idéntica graduación) para prepararse para una desesperada defensa de Minas Tirith, por ejemplo, mientras esa maldita compañía de incompetentes se va corrompiendo más allá de toda esperanza.

También vale para cuando un ciberdemonio te parte la cara por correr demasiado por el salón de su casa. El «pack de birragordas» minimiza el dolor...

El D&D 5ª edición está muy bien, efectivamente es más sencillo que las versiones anteriores de D&D pero a la vez profundo y aventurero, una estupenda manera de jugar en Reinos Olvidados (o ambientación libre, por supuesto). A mí me gusta mucho, pero eso sí, está en inglés y no parece que vaya a salir en castellano.
Todo un problemón.

normalmente sólo dispongo de un día a la semana para jugar y/o beber con los colegas, así que lo primero va siempre acompañado de lo segundo 

Interesante apreciación que comparto.

Respecto a la pregunta primigenia: no sé si el bebercio merma las posibilidades de éxito, triunfo, o desarrollo de prodigiosa actividad mental, pero lo que sí está claro es que te va a importar mucho menos la derrota.

La verdad es que Calvo ha resumido tan bien mi parecer a base de ejemplos, que ya debería estar todo dicho en lo que a mí respecta.

Pero por aportar algo, y aunque no conozco personalmente a nadie de aquí para hacerlo más cercano, pues menciono casos reales que me han sucedido y que quizá os hagan gracia como a mí, pues fueron paradigma de lo que para mí es diversión:

—Que en la última curva antes de la meta en una larga partida de Fómula Dé a 7 jugadores, el que va de primero se salga de la curva por un número y se la pegue...y luego se la pegue el segundo, y el tercero haga un trompo, y en la recta el quinto le gane al cuarto por una casilla. Risas y cabreos infinitos.

—Que en el Galactica estés deseando que te toque ser cylon, al fin te toca, pones cara de póker y un listillo te dice sin ninguna razón aparente «¡Eres cylon!», te pones rojo como un tomate y la carcajada general es épica.

—Que en el venerable Wizards Quest, tras una fase que se llama literalmente «el frenesí de los orcos», alguien muy perjudicado se ponga a decir «joder con p***orcos, que ya me están frenetiqueando las tierras otra vez», y la palabreja se quede como coletilla en el grupo durante años.

—Que en Dragones y Mazmorras, un jugador algo tímido con las mujeres (reales), se vea en una situación de ligoteo con su personaje druida y una hermosa tabernera, se ponga colorado de verdad y empiece a decir tonterías sin ningún sentido del tipo «eh, ardilla (amaestrada), tráeme una antorcha que no vemos» (la ardilla se niega).

—Que en la misma partida, el mismo druida (con destreza muy baja), se cae en todos los pozos y grietas por saltar demasiado poco (y es salvado milagrosamente), hasta que cuando aparece el siguiente pozo (máster cruel y cabrón) decide mantener a salvo a su ardilla, le ata una cuerda a su cuerpecillo y la lanza por encima del pozo, se le cae la cuerda y el pobre animal cae hacia el abismo. Rara vez nos reímos tanto.

—Que en el Doom, un marine demasiado chulo que acaba de cargarse a un montón de bichos con la sierra mecánica, se lance a abrir una puerta en plan soy invencible, y se dé de narices con un cyberdemonio que casi no cabe por dicha puerta, el cual machaca al pobre marine de un único ¿porrazo?

—Que el último marine superviviente (Space Hulk), llegue al fin a la dichosa sala-objetivo con el lanzallamas a punto, y un solitario y único genestealer sobreviviente le alcance in extremis y lo mate de un garrazo.

Y así muchas otras...de los euros a los que he jugado, puesss no sé.

Yo necesito un juego mazmorrero-aventurero-rolero, con modo campaña, que no me raye la cabeza con un reglamento enrevesado y que se pueda jugar en cooperativo y con un solitario más o menos decente (no pido nada), pero por cada paso que doy adelante en mi elección retrocedo dos. El problema es que tengo que afinar, por cuestiones de pasta y espacio.

He investigado el Dungeon Saga, Folklore, Sword & Sorcery, Myth y Gloomhaven, pero no acabo de convencerme. Quizá el Gloonhaven va ganando puestos...veremos. Del Dungeon Saga (que era mi favorito para lanzarme) he leído demasiadas opiniones en contra, ahora mismo lo tengo en últimas posiciones 

Alrededor de una mesa, nada como una partida de rol con un buen máster y jugadores comprometidos. Para mí no ha habido juego de tablero que se acercase ni de lejos a ese nivel de diversión y profundidad.

Pero claro, preparar partidas es difícil y los buenos directores con disponibilidad están cotizadísimos en mi entorno: que no hay, vamos, yo fui el último y ya no tengo tiempo para eso. Por ello me veo obligado a matar el gusanillo con partidas en web, tipo comunidad umbría, que no es lo mismo ni de lejos, pero a veces no está nada mal y es lo que me queda tras la aniquilación de mi grupo de mesa.