«Que no está muerto lo que yace eternamente, y con los eones extraños incluso la muerte puede morir» (Cita que H. P. Lovecraft extrajo del Necronomicón)
El 2 de diciembre de 1930 tuvo lugar un hecho que conmocionó la vida social y literaria de Nueva Inglaterra y que, debido a la popularidad de su protagonista, adquirió una repercusión inusual protagonizando portadas en las páginas de sucesos de gran parte de los diarios de medio Estados Unidos. H.P. Lovecraft, el escritor maldito, abandonaba su residencia en Providence y desaparecía sin dejar rastro; como si una trama digna de su mejor novela de horror cósmico se tratase.
En el momento de su desaparición, convivía con sus dos tías solteronas, Lillian Delora Phillips y Annie Emeline Phillips, en una «espaciosa y marrón casa de madera victoriana» en la calle Barnes n.º 10 (la dirección del Dr. Willett en El caso de Charles Dexter Ward).
Fueron ellas quienes alertaron a la policía ante la falta de noticias de su sobrino. Era extraño. Dejo su habitación sin arreglar, bastante desordenada. Nada hacía pensar que se hubiera marchado de manera precipitada, pero un pequeño detalle hizo saltar las alarmas: no había sábanas ni en la cama ni en el armario. Tampoco estaba el coche, un Ford A, que Howard utilizaba muy esporádicamente, ya que solo salía de su cuarto para ir al baño, y pocas veces se relacionaba físicamente con nadie. Solo daba paseos nocturnos para ver las estrellas. De momento, no ha trascendido ninguna posible razón que haya causado su desaparición, aunque todo apunta que pueda tratarse de una desaparición voluntaria.
¿Qué es lo que ha ocurrido? ¿Dónde se encuentra el escritor? ¿Huía precipitadamente de algo o de alguien? ¿Ha sido secuestrado? ¿o ha desaparecido por voluntad propia? ¿Se ha suicidado? ¿Saben algo sobre lo sucedido en el Círculo Lovecraft?
Este Enigma será uno de los veinte que aparezcan en el playset de Providence, donde algunas cosas inexplicables relacionadas con los Mitos de Cthulhu tienen cabida.
