
Hoy haciendo limpieza en casa, me he topado con una miniserie de televisión que tenía grabada en VHS dedicada al insigne Jack el Destripador, que en su día me pareció de una calidad inusual, y fue una gran fuente de inspiración para una campaña titulada «Jack el Destripador: Otoño de Terror» que arbitré durante bastantes años al juego de rol Castillo de Falkenstein (otro día os hablo de ella).
Me estoy refiriendo a la serie «Jack the Ripper», miniserie rodada en 1988, dirigida por David Wickes y que tenía como reparto principal a Michael Caine (con la que obtuvo un globo de oro como mejor actor), Armand Assante, Ray McAnally, Lewis Collins, Ken Bones, Susan George, Jane Seymour, Harry Andrews y Lysette Anthony.
La sinopsis o argumento principal ya sabemos cuál era, tampoco hay que descubrir mucho. A finales de 1888 un asesino en serie apodado Jack el destripador se dedica a asesinar prostitutas de forma muy violenta, sembrando el terror en el East End de Londres. El inspector de Scotland Yard, Frederick Abberline (Michael Caine), comienza una investigación para esclarecer los hechos aunque para ello tenga que involucrar a algunas de las mi¡ximas autoridades del pais. Basada en una historia real, esta pelicula ha tenido acceso a los documentos clasificados del caso y se cree que su final es la solución correcta a este viejo misterio.
Por suerte, hoy se puede conseguir fácilmente en DVDRIP; así que ya tengo mi copia de nuevo (gracias a taringa).
Si queréis ambientar vuestras partidas de «El Club de los Martes» visionar esta serie y quedaros con los pequeños detalles. La historia ya sabemos de que va. Si quieres profundizar más sobre la figura de Jack te recomiendo asimismo que visites la web Casebook: Jack the Ripper.
Cuando la señora Milestone, el ama de llaves, golpeó a la puerta del estudio de Sir Pertinton Ainsworth y no encontró una respuesta se preocupó de inmediato. No era inusual que Sir Pertinton se quedara dormido en su estudio tras revisar los papeles de la empresa, pero nunca pasaba más de un minuto antes que se escuchara algún improperio a través de la puerta de roble como señal que no necesitaba de sus servicios. Esta vez fue diferente, pasaron varias horas antes que la señora Milestone, lo más cercano que tenía Sir Pertinton a un amigo, se atreviera a mandar a pedir por alguien para tirar la puerta abajo pues estaba cerrada con llave.
